La historia del juego es que somos vikingos que llegamos a la aldea cargados con los tesoros de los saqueos realizados por otras costas y queremos quedarnos con la mejor parte.
Utiliza la mecánica de subastas, algo inusual en los juegos infantiles y lo hace de una manera sencilla. Sólo por eso ya vale la pena para enseñárselo a los más pequeños de la casa.