El Principito: hazme un planeta, es un juego que podríamos llamar bueno, bonito y barato.
Es bueno, porque tras su aparente sencillez y simpleza se esconde un juego con más estrategia y chicha de lo que parece.
Es bonito, qué duda cabe, los amantes del libro y sus ilustraciones originales disfrutarán con las losetas de este juego con una presentación entrañable.